Querido Pablo
“Soy lo que soy gracias a su música. Su poesía imprescindible, la belleza de sus canciones nos hizo sentir menos solos. Qué pena más grande”. Ismael Serrano
Pablo Paulo Milanés Arias. Nació en la ciudad de Bayamo, en la zona oriental de la República de Cuba el 24 de febrero de 1943. Por cierto, en Bayano se cantó por primera ves el himno nacional mexicano, es la cuna del Son Cubano y de una riqueza musical importante. Muere 22 de noviembre de 2022 (79 años) Madrid.
Los estudiosos de arte cubano establecen que Pablo inicia ya formalmente como musico compositor e intérprete en 1963. En ese momento el estilo musical imperante es el Filin, una fusión del bolero con el jazz, que dominaba ya en cuba desde los años 40, es una manera novedosa donde el sentimiento definía la interpretación compasada con el jazz primordialmente en contra sentido de las grandes bandas que también imponían su presencia, el rescatar a los viejos trovadores jazzistas que se acompañaban de una guitarra que permite una mejor interacción con el público.
Después de incursionar con vario grupos musicales como los Bucaneros decide tomar su propio camino como interprete, surge al año 1965 con su obra “Mis 22años”, donde se construye una nueva representación de hacer la canción influenciando a toda Latinoamérica que en eso años cuba era un referente para la juventud como símbolo de la revolución necesaria. Es aquí donde surge la Nueva Trova.
Nos comparte Pablo años después de esta inicial obra. “En Mis 22 años hay un hecho concreto de planteamientos y creación seria. Ahora, yo creo que, si yo hubiera tenido conciencia, la del 67, del trabajo de la creación, la hubiera hecho de otra manera. Me detuve en aspectos puramente humanos porque no tenía la conciencia de lo que debía ser un artista pleno en aquel momento, como la tuve posteriormente. Creo que me detuve ahí naturalmente, lo que yo hice, de hacer ese recorrido por los distintos géneros que yo había absorbido durante años, lo que hice al final irrumpir con una guajira sin proponérmelo, el texto que le pongo a la canción son rompimientos. Ahora yo estoy seguro, que si hubiera tenido la conciencia que tuve en el 67 hubiera profundizado y ese rompimiento hubiera sido más absoluto…el compromiso con la gente”.
Al prestar el Servicio Militar Obligatorio ocurre la más importantes de las transformaciones en Pablo ahí ve el mundo con otra perspectiva la que da la injusta guerra de Viet Nam, donde su sentido humanista de lo mas profundo ve lo injusto y absurdo que es el imperio y que debe ser importante el ser humano y para el como artista se preocupa más por los que lo escucha.
Esta faceta lo lleva a lo que se conoció como canción de protesta como un contenido político universal.
Es en la Casa de las Américas que, por la presencia de Silvio, Leonel y el mismo Pablo fueron la semilla para el crecimiento de esta institución donde también actuaron Violeta Parra, Daniel Viglietti, Chico Buarque, Vinicius de Moraes, Milton de Nascimento, Víctor Jara, Peter Seeger, y los españoles Pi de la Serra, Luis Pastor, Juan Carlos Senantes, entre muchos otros.
De Pablo podemos decir que su estilo esta delineado por el derrotero enmarcado en:
• Su declaración de principios (“Pobre del cantor” y en alguna medida “Los años mozos”, hasta “La vida no vale nada”),
• El amor desde una óptica nueva: “Yolanda”, “Llegaste a mi cuerpo abierto”, “Amor”, etc;
• Una preocupación por lo social, desde “Yo vi la sangre de un niño brotar”, “Yo pisare las calles nuevamente” hasta “Vuelve a sacudirse el continente”;
• Utilización de elementos de la música tradicional cubana y en especial del son y la trova tradicional: desde “Si el poeta eres tú”, hasta “Los caminos”, un guaguancó.
• Una riqueza y amplitud en la asimilación de elementos de los más diversos géneros que se aprecian ya sea en su obra, como los que son incorporados en el trabajo de arreglos.
• También distingue su obra la, reflexión sobre el paso del tiempo y las lógicas transformaciones que esto trae consigo, que siempre fue una preocupación de Pablo, reflejada en su obra, temas como “El tiempo el implacable el que paso”, de 1974, “Años”, de 1975, y ahora vemos una curva que retoma el tema con “Mírame bien”, de 1982, “Cuanto gané, cuanto perdí”, del 83, “Ya se va aquella edad”, del 84.
• En el plano musical existe un refuerzo del tratamiento del son, (desde “Ho Chi Minh” o “Su nombre puede ponerse en verso”, del 69, se vislumbraba su interés por este género).
• Y es que el son es una de las principales influencias que se aprecian en la obra de Pablo y aunque muchos afirman que Pablo es un buen sonero, no ha dedicado su tiempo a definirse solo por este género; sin embargo, lo que sí está bien cierto es que caracteres del son aparecen en su obra siempre de las más diversas maneras.
• Desde el punto de vista formal, se observa en la aparición de un estribillo que alterna siempre con coplas, típico del son oriental está presente en obras como: “No vivo en una sociedad perfecta”, “Te quiero porque te quiero” y “Amo esta isla”.
• También desde el punto de vista formal se aprecia la utilización de una –a veces– larga exposición (momento en que se mezcla con caracteres de la canción) y da paso mas tarde a un estribillo que alternara con las coplas correspondientes. Esto nos acerca más a las posteriores evoluciones del son. Obras como “Nicaragua” (1984), “Buenos días América” (1985), “Son para despertar a una negrita” (1988).
• Una riqueza y amplitud en la asimilación de elementos de los más diversos géneros que se aprecian ya sea en su obra, como los que son incorporados en el trabajo de arreglos.
• Distingue en su obra la, reflexión sobre el paso del tiempo y las lógicas transformaciones que esto trae consigo, que siempre fue una preocupación de Pablo, reflejada en su obra, temas como “El tiempo el implacable el que paso”, de 1974, “Años”, de 1975, y ahora vemos una curva que retoma el tema con “Mírame bien”, de 1982, “Cuanto gané, cuanto perdí”, del 83, “Ya se va aquella edad”, del 84.
• En el plano musical existe un refuerzo del tratamiento del son, (desde “Ho Chi Minh” o “Su nombre puede ponerse en verso”, del 69, se vislumbraba su interés por este género).
En el balance de su recorrido artístico se puede definir sin duda su capacidad revolucionaria siempre fiel a sus principios, a su porte creativo latinoamericano, alimentándose del arte de la región y su modernidad actual es imponente. Mi querido Pablo todavía quedan restos de humedad…
PEDRO ORTA FUENTES.