Échate un trompo a la uña, ante la pandemia y la tecnología digital el trompo, se asoma para divertir a los chicos.
Fernando, disfruta ver y hacer saltar y bailar en sí, “domar” su trompo.
Fer es un chico dolorense de 11 años de edad, quien ha encontrado en el trompo alegría, esparcimiento, adquisición de habilidades y destrezas, compañía y sobre todo una alternativa a la quietud física que brindan los aparatos tecnológicos.
Dolores Hidalgo, Gto.- Las generaciones anteriores se han venido sorprendiendo ante la aparición de las nuevas tecnologías, y su renovación constante.
En un poco más de una década bastantes cosas han quedado obsoletas, y el entretenimiento en un gran porcentaje de chicos y adolescentes se ha reducido en los últimos años a los aparatos con tecnología digital, tableta, celular y computadoras portátiles donde han encontrado los video juegos y otras plataformas de entretenimiento, que los ha apartado de la actividad física, de la movilidad acrecentándose esto aún más con la pandemia.
Más otros han buscado la forma de intercalar bondades de lo actual con lo de antaño como el caso de Fer quien cursa el sexto año de primaria en la Escuela Heroínas de México quien a pesar de contar con los aditamentos tecnológicos antes citados, él se auxilió en ellos para recatar el uso de un juguete tradicional como lo es el trompo, de ahí a obtenido tutoriales para hacer bailar su trompo complementándolo con diversos trucos de los más sencillos hasta lo más difíciles.
Fernando plática que una vez que termina sus tareas escolares, le dedica poco más de una hora dia día a jugar y divertirse con su trompo, esto se ha extendido a compañeros de escuelas, amigos y primos que se han entusiasmados con lo que el práctica .
Los padres de Fernando, Guadalupe y Milthon celebran esta decisión de su pequeño en la práctica del trompo, mismo que le ha servido para romper con lo estático de estar frente a un celular o computadora así él se mueve, se desplaza, esta atento, se concentra, analiza, va practicando la paciencia, la tolerancia a la frustración, y la toma de decisiones, pero sobre todo a divertirse.